viernes, 20 de mayo de 2022

DÍA DE DUELO. LA BALADA DE MARY ANN

Apenas terminaba el secundario cuando tuve la idea de hacer una canción mexicana. Sólo creé en esa oportunidad la primera estrofa.

Hoy terminé de escribirla, con la intención de ofrecerla a alguna banda argentina.


DÍA DE DUELO.

LA BALADA DE MARY ANN

 

En la calle solitaria

se enfrentaron dos jinetes,

dos figuras legendarias.

dos amigos de la muerte.

 

Se miraron a los ojos

sin decir una palabra,

y dejaron que las armas

fueran ellas las que hablaran.

 

“Ella se irá conmigo”,

cada uno lo pensaba,

y apostada en la ventana

del salón, muy angustiada,

Mary Ann los observaba.

 

Y tenían tal destreza

esos hombres enfrentados,

ni un relámpago en el cielo

 los hubiera igualado.

 

 Al mismo tiempo cayeron los dos

con un balazo certero en  la frente,

y  jamás se ha visto nada igual

lo sigue repitiendo aún la gente.

 

Y la pobre muchacha del salón

que desde una ventana los miraba,

se quedaba sin amor

porque a los dos amaba.

 

“¡Ni siquiera uno vivo!”,

les recriminó a los dos.

Y tanto se lamentaba,

de los dos que había perdido,

 por seguir con su destino,

por seguir con sus favores

a tahúres y vaqueros

que por cierto despreciaba.

 

Ella sigue con su suerte

que le arrebató la muerte,

de los dos que se enfrentaron,

y en el resto de su vida

no entregó su corazón

a los muchos que la amaron.

 

Una flor en cada tumba

desde entonces aparece,

mientras canta la balada

Mary Ann algunas veces:

“En la calle solitaria

se enfrentaron dos jinetes,

me he quedado sin amor

porque lo llevó la muerte”

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